Las botellas sensoriales son botellas de plástico que rellenamos con objetos que estimulan la curiosidad del niño/a. Pueden ser educativas, temáticas o simplemente para la diversión.
Si las tenemos rellenas con agua y objetos que se mueven en su interior al agitar, conseguimos un efecto calmante al colocarlas sobre una mesa y ver cómo los objetos se recolocan al "caer". Anima a los niños a rodar, agitar y explorar las botellas.
¿Cómo se hacen?
Utiliza una botella de plástico limpia, vacía. Retira la etiqueta, pero guarda la tapa. Una vez que llenes la botella (con agua, botones, sal de colores, etc.), pega la tapa en la parte superior con pegamento blanco o caliente. Coloca cinta alrededor de la tapa para mayor seguridad después de que el pegamento se haya secado.
Nuestras botellas sensoriales
Hemos utilizado distintos materiales donde algunos flotan y otros no, una botella tiene agua, otra arena y otra gel...
Así han quedado en nuestro rincón de Relajación y de Lectura:
¡¡A LOS NIÑOS/AS LES ENCANTA!!
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